jueves, 25 de febrero de 2010

"¿Sabes una cosa? he soñado con este momento desde el día en que nos conocimos lo he visto un millón de veces en mi mente: como estarías, que me dirías, que pensarías y ¿sabes qué? - ¿Qué?- Eras mejor en mi mente. -cariño puede que haya bebido demasiado eso es todo- No, no es por ti es por mi. Es que no siento nada ¡verdad que es genial! nunca llegué a pensar lo que yo sentía porque solo pensaba en ti, en hacerte feliz. Nunca pensé en estar a tu altura. -Claro que estás a mi altura, lo estás lo estás.- Lo sé, lo sé pero tu no estás a la mía". Las dos caras del amor


(****************)

¿Y que es lo que va a hacer? Pues voy a levantarme cada mañana y respirar durante todo el día y dentro de un tiempo no tendré que recordarme que me tengo que levantar cada mañana y respirar. Y dentro de un tiempo ya no tendré que pensar que hubo una época maravillosa y perfecta.-Sam, dígame ¿qué tenía de especial su mujer?- ¿cuánto dura su programa?(suspira) Pues eran un millón de pequeños detalles y al sumarlos todos se veía que estábamos hechos el uno para el otro. Y yo lo supe, lo supe la primera vez que la toqué. Fue como llegar a casa solo que a una casa que nunca había visto y fue al darle la mano para ayudarla a bajar de un coche, fue magia"

miércoles, 24 de febrero de 2010

Se me apagó la ciudad de luz de mis ojos otra vez y no hago más que deambular perdia' en callejones oscuros repetitivos.

(******************)

"Qué frío, que noche helada. Cuantas horas de ausencia, cuanta alejanía. Cuantas noches más, cuanta esperanza desierta. Y tus ojos de tristeza y violencia, se evaporan mi alegría. Mi inocencia."

Un cigarrillo, y otro, y otro más. Y te espero, siempre te espero. Afuera llueve lentamente. El agua empapa la ciudad y malcría mis oídos. Te pienso, se me da por recordarte una vez más. Estás lejos, lo sé, puedo sentirlo. Tan lejos como el lugar de donde vienen las gotas. El humo, la ventana, el olor a lluvia, una hoja anémica, extrañarte de manera insoportable . . . .

domingo, 7 de febrero de 2010


No supimos hacer ni decir otra cosa, ni siquiera supimos callarnos, abrazarnos en cualquier esquina, encontrarnos en cualquier mirada. Era como si ella esperara de el algo que él esperaba de ella, una cuestión de iniciativas o de prelaciones, de gestos de hombre y acatamientos de mujer, la inmutabilidad de las secuencias decididas por otros, recibidas desde fuera; habíamos avanzado por un camino en el que ninguno había querido forzar la marcha, quebrar la armoniosa paridad; ni siquiera ahora, después de saber que habíamos errado ese camino, éramos capaces de un grito, de un manotón hacia la lámpara, del impulso por encima de las ceremonias inútiles, de las batas de baño y no es nada, no te preocupes por eso, otra vez será mejor.
Sucede que te echo de menos, y creo que lo hago desde la primera vez que me tocaste. Y sé que te echaré de menos siempre, aunque siempre es demasiado, hasta cuando me olvides seguiré echándote de menos, aunque no lo entienda ni lo recuerde. Lo haré hasta que este sol se derrita del todo. Lo seguiré haciendo más allá de mi posibilidad de querer, a ti o a quién sea. Pero no sólo te echo de menos a ti, aunque te dedique esta parte, ¿ves cómo te echo de menos? Quiero decir que creo que echo de menos a todas las sensaciones que he vivido alguna vez, y quizá sí sea una locura, pero es tan jodidamente bonito que me hace ponerme tierna, o será que hoy llueve y estoy sincera. Pero es eso, echo de menos a todo cuanto puedo hacerlo. Y estoy casi anestesiada porque creo que alguien también me echa de menos, y me da igual que no seas tú, necesito que lo hagan ahora y estoy terriblemente segura de que lo hacen. Aunque no me lo diga, esas cosas se saben, como sabrás algún día que lo hago por ti, y entenderás esa sensación. Echo de menos una de esas sonrisas o un beso de esos, y que se me quite la tontería de golpe, que me plante los pies en la tierra cuando podría estar lejos de ella, que los mantenga tan aferrados que apenas pueda darme cuenta de que no lo hago yo misma. Aunque cuando lo diga así suene absurdo, absurdo del todo sería no hacerlo.

He volcado los recuerdos hasta el punto de no saber dónde va nada. Y se habla de la magia sin ni siquiera saber por qué. Yo te lo digo, se ansía el arte en propia piel, pero siempre se descuida serlo, y para serlo hay que creer.....
Acompañame a estar solo para envenenar poco a poco mis recuerdos, para quererme un poquito y asi quererte como quiero. Para desintoxicarme del pasado, acompañame a estar solo…
Y si se apagan las luces y si se enciende el infierno y si me siento perdido se que tu estaras conmigo con un beso de rescate, pues acompañame a estar solo…