No hay furia mayor que la de una chica cuyo no novio la engaña Es duro aceptar el fin cuando quieres a alguien. Meredith-¿Qué te ha dicho Lexie de mí? Dereck-Ella nada. Hable yo solo. No la culpes a ella... Meredith-¿Eres amigo de mi hermana ahora?¿Hablas con la otra Grey sobre mí? Dereck-¿Sabes de lo que he hablado con la otra Grey? De lo que esta Grey no me deja decir. Meredith- Puedes decir lo que quieras, ¿sabes? Dereck-Quiero casarme contigo. Tener hijos contigo. Que hagamos una casa. Quiero asentar la cabeza y envejecer contigo. Quiero morir cuando tenga 110 años en tus brazos. Y no quiero 48 horas ininterrumpidas sino una vida entera. ¿Ves lo que pasa? Te digo cosas así y quieres echar a correr en otra dirección. Está bien, lo entiendo. No lo entendía pero ya sí. Acabas de empezar y yo llevo ya mucho tiempo. Todavía sigues siendo interna. Y no estás lista. Meredith-No lo estoy ahora, pero podríamos seguir como estamos hasta que lo esté. Ya he... Dereck- Podríamos seguir así. Viéndonos en el ascensor o en la sala de descanso. Puede que cambies. Esperaré. Esperaré a que cambies. Meredith-De acuerdo entonces. Dereck-Sí pero, ¿y si mientras espero, conozco a una que esté lista para darme lo que te pido a ti? Meredith-¿Qué podría pasar? (Se abre las puertas del ascensor y Sheperd entra) Dereck- No lo sé En la vida llega un momento en el que te conviertes en adulto. Tienes edad para votar, para beber y para otras cosas de adultos. De pronto esperan que seas responsable. “Sé adulto”. Crecemos. Nos hacemos mayores. ¿Pero alguna vez somos adultos del todo? (al final) En ciertos aspectos crecemos. Creamos una familia. Nos casamos. Nos divorciamos. En general seguimos con los mismos problemas que cuando teníamos 15 años. Por mucho que crezcamos y nos hagamos mayores, seguimos tropezando. Siempre dudando. Eternamente jóvenes… (Denny) Y lo más importante. Presta atención. Es un milagro que Derek exista y que sea quien es. ¿Sabes lo difícil que es que exista alguien como él? Es un optimista. Sigue creyendo en el amor, en la magia, en la vida. Te está esperando. Y si no vuelves con él, dejará de ser quien es. En el fondo a todo el mundo le gusta pensar que puede ser fuerte, pero ser fuerte no solamente es ser duro se trata de asimilarlo. A vece tienes que darte a ti mismo permiso para no ser fuerte por una vez. No tienes que ser duro cada momento del día, está bien bajar la guardia, de hecho hay momentos en que es lo mejor que podrías hacer, siempre que escojas tus momentos con sabiduría... En la vida solo hay una cosa segura, aparte de la muerte y las dificultades. No importa lo mucho que lo intentes, no importa lo bueno que sean tus intenciones: vas a cometer errores, vas a hacer daño a la gente, van a hacerte daño y si quieres recuperarte... Sólo hay una cosa que puedes decir. Cuando alguien hace que nos equivoquemos, queremos tener razón. Sin el perdón nunca se ajustan las cuentas, las viejas heridas nunca se curan, y lo maximo que podemos esperar es que un día tengamos la suerte de poder olvidar. En el hospital vemos adicciones cada día. Es impresionante las clases de adicciones que existen, sería demasiado fácil si sólo fueran drogas tabaco y alcohol. Yo creo que la parte más dura de mandar a la mierda el hábito es querer mandar a la mierda. Es decir, ¿nos hacemos adictos por un motivo verdad? A menudo, demasiado a menudo las cosa empiezan de cero como una parte normal de tu
vida y de algún modo cruzan la linea de la obsesión, compulsión, perder el control. Es el colocón que arrastramos, el colocón hace que todo lo demás se apague lentamente. El caso es que la adicción nunca termina bien porque tarde o temprano lo que no haya tenido drogados deja de hacer sentir bien y empieza a doler. Pero dicen que no mandas a la mierda el habito hasta que caes en lo más bajo. ¿Pero sabes cuando has caído? Porque no importa cuanto daño nos este haciendo algo a veces dejarlo marchar nos duele mucho mas.
Cambio, no nos gusta, lo tememos pero no podemos detenerlo: o nos adaptamos al cambio o nos quedamos atrás. Duele crecer quien te diga que no duele, miente pero esta es la verdad a veces cuanto más cambian las cosas más siguen igual. Y a veces... oh a veces el cambio es bueno, a veces el cambio lo es TODO. Cuando acaba el día, lo que todos deseamos es tener a alguien cerca. Guardar las distancias y fingir que no te preocupan los demás, no es más que una sarta de mentiras. Elegimos a las
personas que queremos que estén cerca; y cuando las hemos elegido, nos quedamos junto a ellas. Aunque les hagamos daño. La
gente que se queda contigo cuando el día llega a su fin, es la que merece la pena conservar. Aunque a veces cerca, es demasiado cerca. Sin embargo, a veces, la invasión de tu espacio personal es lo que necesitas. La felicidad está en las cosas que no planeas, en las que no ves venir. (4x16 "Freedom") - Espera, Jeremy, ¡espera! ¿Y si mueres en la operación? - No lo haré. - ¿Y si muero yo en la mía? - No lo harás. - Está bien, pero quiero que sepas que cambiaste mi vida, Jeremy West, la mejoraste, la hiciste más brillante, llena de alegria y si muero... - Ni te atrevas. ¿De acuerdo? Aún no hemos terminado. Aún no he terminado de amarte. El final de un viaje es siempre el principio de otro. El cambio es doloroso y siempre tiene un precio. Duele soportar ese precio pero no podemos permitir que eso nos domine. El mañana es un misterio y lo único que podemos hacer es afrontarlo con determinación. Seguimos adelante, siempre adelante, hacia lo que sigue. Tomamos una decisión, nos comportamos de acuerdo con ella...y no hay más que vivir y esperar. La verdad es dura, la verdad es incómoda y a menudo la verdad duele. La gente dice que quiere saber la verdad pero ¿es cierto? La verdad es dolorosa, en el fondo no queremos conocerla, sobre todo cuando sabemos que nos afectará. A veces decimos la verdad porque es lo único que podemos ofrecer. A veces decimos la verdad porque necesitamos decirla en voz alta para poder oirla, otras veces la contamos porque no podemos aguantarnos y otras la contamos porque a alguien le debemos al menos eso. Los seres humanos necesitan un montón de cosas para sentirse vivos. Familia, Amor, Sexo. Pero sólo necesitamos una cosa para estar de vivos de verdad. Necesitamos un corazón que lata. Cuando nuestro corazón se ve amenazado respondemos con una de dos formas: O corremos... o atacamos. Hay un término científico para esto. Luchar... o huir. Es un instinto. No podemos controlarlo. ¿O sí podemos? Sabes cuando debes irte y cuando no debes aceptar menos de lo que mereces. Si es así... ¡eres un hombre honorable! A veces hasta la mejor de las personas toma decisiones precipitadas, malas decisiones, decisiones de las que somos conscientes que nos arrepentiremos a la mañana siguiente; bueno tal vez no del todo, porque por lo menos nos hemos lanzado pero… aún así algo en nuestro interior decide hacer una locura que sabemos que se dará la vuelta y nos morderá el culo, pero aún así, decidimos hacerlo de todos modos. Lo que quiero decir es que, recogemos lo que hemos sembrado, nos devuelve nuestros actos... es el Karma y lo mires por donde lo mires es un asco. De una forma u otra nuestro Karma nos obligará a enfrentarnos a nosotros mismos, podemos mirar al Karma a los ojos o esperar que nos ataque por la espalda. De un modo u otro nuestro Karma acaba encontrándonos. La verdad que los cirujanos tenemos más oportunidades de que la balanza caiga de nuestro lado. Por mucho que lo intentemos no podemos escapar de nuestro Karma, nos persigue hasta casa. En realidad no podemos quejarnos de nuestro Karma, no es injusto, no es inesperado, sólo iguala la balanza. Incluso cuando estamos a punto de hacer algo el Karma siente tentaciones de mordernos el culo, aunque nos da igual. - En mi primer día como interno, tuve a un paciente que sufrió una embolia mientras yo le llebaba a una TC, di el código pero cuando llegaron ya había muerto, si le hubiera puesto el tubo de immediatamente... - Cometió un error - Y seguí allí, trabajé y aprendí, no volví a cometer ese error, si lo hubiera dejado, mi vida se habría reducido a ese error que cometí y ahora logro salvar vidas, todos los días logro salvar vidas.... A veces tienes que cometer un gran error para darte cuenta como hacer las cosas bien. Mi suerte está empezando a cambiar por que te he conocido. Como internos sabemos lo que queremos, llegar a ser cirujanos y hacemos lo que sea para conseguirlo, examinarnos, trabajar 100 horas semanales, estar de pie durante horas... lo que nos pidan lo hacemos, lo peor es reconciliar nuestra gran ambición ser cirujanos con las demas cosas que queremos. A menudo lo que más queremos es lo único que no podemos tener, el deseo nos rompe el corazon, nos extenúa, el deseo puede destruir nuestra vida… pero aunque desear algo puede ser muy duro, los que más sufren son quienes no saben lo que quieren. No sé porqué siempre estamos posponiéndolo todo, pero si tuviera que adivinarlo diría que tiene mucho que ver con el miedo; el miedo al fracaso, el miedo al dolor, el miedo al rechazo. A veces es miedo a tomar una decisión porque... ¿Y si te equivocas y cometes un error sin solución? Sea lo que sea lo que nos da miedo, una cosa es cierta: Cuando el dolor de no hacer algo es más insoportable que el miedo a hacerlo, es como si cargáramos con una pesada carga. Quien duda está perdido. No podemos fingir que no nos lo dijeron. Todos hemos oído los proverbios, a los filósofos, a nuestros abuelos advirtiéndonos sobre el tiempo perdido. Hemos oído a los poetas malditos instándonos a
vivir el momento. Aunque, a veces, debemos escucharnos a nosotros mismos. Debemos cometer nuestros propios errores. Debemos aprender nuestras propias lecciones. Debemos dejar las posibilidades de hoy bajo la alfombra del mañana hasta que no podamos más, hasta que comprendamos por fin que es mejor saber que preguntarse, que despertar es mejor que dormir, y que fracasar y cometer un error enorme es mucho mejor que no haberlo intentado. Los cirujanos siempre tienen un plan, donde cortar donde poner el clan, donde coser, pero hasta en los mejores planes surgen complicaciones, las cosas pueden ir mal y te dejan en bragas. Los planes no cuentan con lo inesperado y cuando algo no sale como pensabamos en el quirofano o en la vida, debemos improvisar; aunque algunos se les da mejor que a otros. Algunos tenemos que acudir al plan B y aprovecharlo al maximo. A veces, lo que queremos es lo que necesitamos, pero otras veces lo que necesitmos es un plan nuevo. El historial de un paciente es tan importante como sus síntomas, nos ayuda a decidir si su acidez de estomago es un ataque al corazón, o si una jaqueca es un tumor. A veces los pacientes intentan reescribir sus historiales, niegan que fuman u olvidan mencionar ciertas drogas, detalles que en una operación pueden equivaler al beso de la muerte. Podemos ignorarlo cuanto queramos pero nuestro pasado acaba por reaparecer para perseguirnos. Hay gente que cree que sin un pasado nuestras vidas no son nada, llegado el momento todos debemos decidir ¿Recurrimos a lo que sabemos o damos un paso hacia algo nuevo? Es difícil que el pasado no te persiga. Nuestra historia es la que nos determina, la que nos guía. Nuestra historia resurge una y otra vez, así que debemos recordar que a veces la historia más importante es la que construimos hoy.
Anatomía de Grey